Un poco de historía



En mi largo recorrido como profesora de Biología y Geología siempre quise tener un huerto escolar. Creo que un huerto es una forma estupenda de trabajar la educación ambiental, de proporcionar al alumnado una formación práctica en la materia de Biología, y de motivarlos para su estudio. Pero la falta de un espacio adecuado en los diferentes centros por los que iba pasando, o las circunstancias no favorables lo fueron haciendo imposible.

Así, hasta que en septiembre de 2.015 me incorporé al IES Trassierra de Córdoba. Además de encontrarme a unos compañeros de departamento estupendos, descubrí el sitio idóneo para realizar este proyecto que tantas veces había soñado: entre la valla del instituto y las pistas deportivas había un espacio rectangular, paralelo a la Avenida Arroyo del Moro, donde el huerto podía ubicarse. 



Lo planteé en la primera reunión de Departamento que tuvimos y al poco tiempo la directiva del centro me encomendó la puesta en marcha del mismo.

Como jamás habíamos trabajado en un huerto, mi compañera Rosa Moreno y yo comenzamos a documentarnos y a buscar contactos de personas con experiencia que pudieran orientarnos. 




Fuimos dando pasos. Decidimos empezar por 4 parterres. Para ello, se delimitaron y se araron con mulilla mecánica, pues el suelo estaba durísimo y era tarea imposible con palas y azadas. Después limpiamos el terreno de piedras, añadimos humus de lombriz e hicimos surcos y caballones para preparar la tierra para la siembra.





Al mismo tiempo, había que escoger al grupo de alumnos que se iban a ocupar de trabajarlo. Se decidió que fueran los alumnos-as de Taller de Laboratorio y de PMAR de 3º de ESO.


Nos apuntamos al programa educativo del Ayuntamiento “Un huerto en mi ciudad”, y fuimos al Jardín Botánico a realizar la siembra en semilleros. Rafa y Cristina, monitores del programa, nos guiaron y orientaron en todo tiempo, y a ellos debemos gran parte de lo que nuestro huerto es hoy.





 Tras un mes realizamos el trasplante en nuestro huerto. ¡Qué ilusión, ver esas plantitas verdes crecer en la tierra que habíamos preparado!


A partir de ahí, los grupos de alumnos responsables del huerto, junto conmigo o con Rosa, iban realizando las tareas de mantenimiento: riego, retirada de malas hierbas, control de plagas… todo sin utilizar productos químicos de ningún tipo, pues nuestro huerto es ecológico.


Y así fuimos recogiendo pimientos, pepinos, calabacines, espinacas, acelgas, rábanos…




Al curso siguiente se incorporó también Juanma López Cañas con el alumnado de Métodos de la Ciencia y ampliamos a seis parterres. Y al año siguiente, José Luis Rivas. Realizamos dos siembras al año: el huerto de otoño y el de primavera.


En todo este recorrido, tuvimos un ángel de la guarda: Simón Calvo, padre de nuestro compañero Antonio Calvo, que nos asesoró y apoyó con su gran experiencia en huertos y se ocupó del riego en los periodos vacacionales. Desde aquí, in memoriam, nuestro más sincero agradecimiento.


Queremos destacar también el apoyo de Pepe Galán, que con su entusiasmo e ilusión da un gran impulso a  nuestro huerto y es el autor de este Blog con el que poder compartir todo lo relacionado con el huerto. 



En la actualidad tenemos riego por goteo y vamos a ampliar a ocho parterres. Continuamos avanzando y consolidando este proyecto que tanto nos ilusiona.













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